Imagen destacada – Antiguos negocios que se perdieron con el tiempo
Valpor fue una empresa pionera en la fabricación de televisores

A lo largo de los años, desgraciadamente, se han ido perdiendo costumbres que habían estado entre nosotros mucho tiempo, pasando de los abuelos a los hijos y luego a los nietos que miraban en sus progenitores como hacían aquellos trabajos que cuando los aprendías, nunca se olvidaban. También se ha perdido la figura del “aprendiz” en cualquier trabajo o profesión, algo que hizo que se tuvieran que montar escuelas con cursos especializados, que mientras hubo bonanza económica estuvieron funcionando, pero que en la actualidad se estudian fórmulas de volver de alguna forma a formar a los jóvenes en las empresas como se hacía antiguamente.

En el año 1959, los hermanos Portillo y Antonio Valero, que habían estado cada uno trabajando por su cuenta, decidieron asociarse y montar un negocio para la venta y reparación de aparatos de radio que eran los receptores que en aquellos tiempos la mayoría de la gente se podía permitir. Los tres comenzaron en un establecimiento que estaba situado en la esquina de la plaza, en la misma acera del Ayuntamiento. Decidieron ponerse el nombre de “Valpor” que correspondía a las iniciales de sus apellidos, aunque los vecinos del pueblo les conocían más por los “Portillos”. Poco después iniciaban una aventura más arriesgada, la de fabricar televisores, desafío que comenzaron en el año 1960 y que nació con el nombre de “Valpor Televisión”.

Vemos en la imagen principal el día de la inauguración de su nueva tienda de televisores, una aventura más ambiciosa, puesto que eran tiempos donde no había dinero para adquirir aquellos aparatos con los que todo el mundo soñaba. La idea no pudo ser mejor, a pesar de que resultaba arriesgado fabricar casi artesanalmente un televisor en su local y comercializarlo, la gente respondió con fuerza y fueron un referente en Mancha Real y alrededores ya que no se vendía un televisor que no fuese de los “Valpor”. Esto fue posible por la calidad de los aparatos, ya que se veían de maravilla y ofrecían un excelente servicio técnico, además de dar la facilidad al que no podía, de financiárselo personalmente con pagos mensuales que llevaban los clientes a su establecimiento. Esto hizo que durante muchos años fueran los dueños de este mercado en nuestra localidad, llenando los tejados del pueblo de antenas de recepción, con el primer repetidor de la Peña del Águila y después con el del Almadén. La inauguración fue en el año 1960 en el local de la Plaza de la Constitución, donde estuvo la farmacia de Martín Morales. En la foto de la inauguración figuran, entre otros, Antonio Valero, el Alcalde de la época Francisco Carrillo, Lucas Martínez, Juan Quero, Joaquín “el sastre”, Antonio Mérida y el teniente de la Guardia Civil. Al poco tiempo se trasladaron a un local más grande frente a la papelería del “angelico”.