Imagen destacada – Homenaje a los trabajadores en este 1º de mayo
El mejor activo de las empresas locales son sus trabajadores

Este 1 de mayo se celebra el Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo como también se le conoce, una fecha que tiene su origen en los albores de la revolución industrial en los Estados Unidos. En España al término de la guerra civil se prohibió y fue en mayo de 1977 cuando marcó el comienzo del Día del Trabajador actual. Desde Mancha Real Viva queremos dar un pequeño homenaje a todos aquellos trabajadores que en los años de la dictadura no pudieron festejar esta fecha que siempre ha sido reivindicativa de los derechos de ellos.
En abril de 1964, el Ministerio de Trabajo de España puso en marcha el denominado Plan Nacional de Promoción Profesional Obrera (PPO), con una serie de cursos impartidos por monitores en centros móviles, de carácter ocupacional que perseguían el dar una respuesta en los pueblos rurales al trabajo del campo que era la principal fuente de ingresos en las familias. Con estos cursos se pretendía dar una salida profesional a muchos jóvenes que no veían su futuro en la agricultura, y que con la enseñanza de estos, muchos pudieron encontrar trabajo en la industria. En nuestro pueblo fueron bastantes de estos cursos los que se impartieron a lo largo de casi una década, como podemos ver en la foto, en la que se entregaban un 2 de marzo de 1969, las cartillas que habían conseguido el grupo de alumnos que durante dos meses habían estado aprendiendo la especialidad de soldador. La imagen fue tomada en la Casa Sindical en la calle Carnicería, aunque el lugar donde se habían celebrado las clases, fue en la antigua espartería. Lo positivo de esto fue que la mayoría de los alumnos pasarían a trabajar a las diferentes empresas de maquinaria agrícola, y talleres de reparación locales.

Una de las primeras empresas que comenzaron su andadura en Mancha Real a principios del siglo pasado fue la fábrica de aperos agrícolas “Hermanos Guerrero”, un negocio familiar que nació en un taller pequeño, y que llegaría a estar entre las mejores empresas de España en la fabricación de maquinaria agrícola en la década de los 80. El impulsor de este primer taller fue Jacinto Guerrero Herrera, un herrero del pueblo que se dedicó en sus comienzos a fabricar aquellos arados de palo hechos de madera y con un punzón de acero que eran tan habituales en las labores del campo de esos años. Un tiempo después serían sus hijos Jacinto, Alfonso y Jesús los que tomarían el testigo en los años 30. Le dieron un nuevo impulso a la empresa, con nuevas ideas que les llevaron a fabricar un nuevo arado que, al ser totalmente metálico y reversible, hizo que fuera una auténtica novedad en el mercado. Durante la guerra civil se dedicaron a la reparación de maquinaria, algo que luego les serviría para crear los cimientos de lo que sería la empresa que comenzó en la calle San Francisco y que en los años 50 se trasladaría a la carretera de Jaén (esquina del convento). La foto corresponde a la nave de la Lonja, en ella vemos a varios de los primeros trabajadores que comenzaron, muchos de ellos como aprendices.