Después de la bonita ceremonia, llegó el momento de la diversión en este enlace que le hemos venido contando de Marisa y Juan Carlos y donde se dieron rienda suelta a todos esos nervios acumulados y lo celebraron con todos los asistentes, familiares, amigos, compañeros o vecinos en el banquete de bodas.

Comenzaron los bailes y la música del grupo rociero, en la puerta de la iglesia, donde los novios bajaron las escaleras con el aplauso de los invitados, el lanzamiento de granos de arroz y el comienzo del baile, lo que ya sería constante a lo largo de la tarde y noche. Los novios se desplazaron en un coche de época hasta los jardines de “Entrehiedras” de Torredelcampo, un recinto precioso donde les esperaban los invitados con una agradable copa de espera y al ritmo del grupo de música, Hermanos Dominguez, que estuvieron amenizando y animando la tarde con rumbas, sevillanas o canciones modernas. El catering y el banquete estuvieron a cargo del restaurante El Botijo de Andujar con una excelente carta y un gran servicio.

Tanto en la copa de espera como en el banquete ya en el salón interior, comenzaron a llegar las sorpresas, unas de los invitados con los novios, recibiendoles todos de pie con las servilletas al aire y haciendo un recorrido bailando por todo el recinto y otras de los novios hacia ellos. Llegaron los regalos los abrazos de enhorabuena y los momentos que siempre recordarán junto a sus padres que les acompañaban en la mesa nupcial. Después del banquete, los invitados accedieron a los jardines donde les esperaba otro grupo musical para animar la noche y esas copas que les hicieron aguantar un poco el frío que ya se notaba, pero que la diversión y el gran ambiente que se formó, les hizo aguantar hasta la madrugada.
Quizas las imágenes reflejen mejor lo que allí se vivió y sobre todo la felicidad de esta joven pareja que comienza una nueva vida en común. FELICIDADES Y QUE “VIVAN LOS NOVIOS”.