Bellezas rodantes….Vespa 160 Sprint de 1966 con sidecar
Es un modelo restaurado y al que se añadió el sidecar

Seguimos recopilando datos y fotos de los vehículos antiguos o clásicos populares que existen en nuestro municipio, unos porque sus dueños los guardaron y ahora son reliquias y otros por haber sido adquiridos por mancharrealeños que decidieron restaurarlos y tener una de estas bellezas que lucen en concentraciones o paseos por el pueblo.
Esta semana tenemos una preciosa Vespa 160 Sprint con sidecar de mediados de los 60 y propiedad de José Olmo Coronas.

Desde su aparición a mediados de los cincuenta, miles de unidades llenaron las calles de las ciudades. Un sidecar adaptado a la moto la convirtió en un vehículo que servía para el transporte de toda la familia, aunque la seguridad en aquellos tiempos no era el principal problema a la hora de conducir ya que un elemento que en la actualidad es indispensable como el casco, en aquellas fechas no era obligatorio.

En 1952, España estaba en el camino de olvidar ya las secuelas de su guerra civil y necesitaba facilitar el desplazamiento de sus gentes como necesidad para la ampliación de sus industrias. Las marcas españolas de la época (OSSA, Montesa, Lube…) no podían competir con la Vespa. Spartaco G. Boldori Malandri es amigo personal del Sr. Piaggio y representante de Fiat en España. No es el Sr. Boldori uno de los escépticos, sino uno de los entusiastas y propone al Sr. Piaggio el montaje de una fábrica en Madrid. La idea es aceptada sin reservas; pero las ideas necesitan hombres y nombres para convertirse en realidad.
Y para que tome cuerpo la propuesta del Sr. Boldori, será decisiva la colaboración de Juan Lladó, consejero delegado entonces del Banco Urquijo. El primer director de MotoVespa será Lelio Pellegrini Quarantotti quien, con un extraordinario grupo de colaboradores entusiastas, logra en pocos meses poner en la calle la primera Vespa de 125 cc. en febrero de 1953.
Las Vespas Españolas se comenzaron a fabricar en una factoría situada en la madrileña calle de Julián Camarillo por la Empresa Moto Vespa S.A, cuyos accionistas mayoritarios eran en un principio, el I.N.I. (Unstituto Nacional de Industria) y del Banco Urquijo, y la marca italiana Piaggio.

Pepe Olmo compró esta Vespa en Madrid en mal estado hace alrededor de 7 años, con la intención de restaurarla en sus ratos libres, ya que es un amante y entendido de la mecánica. Revisando los papeles vio que esta unidad estaba autorizada para portar un sidecar, que le quitaron en su día por estar muy deteriorado. Pepe comenzó a buscar un sidecar y aunque en malas condiciones, logró encontrarlo y se puso manos a la obra para dejar la moto como él tenía en mente.
Después de muchas horas dedicadas a su restauración, hoy circula orgulloso con esta preciosa “Belleza rodante” que usa ocasionalmente para darse un paseo o bien para transportar como alguna vez, a recién casados que le pidieron que fuese su vehículo de boda en ese día tan importante.
Minuciosa parte de su restauración: