Imagen destacada – Las costumbres que se perdieron con el tiempo
Se lavaba la lana del colchón en las acequias

Son muchas las costumbres de nuestro pueblo que se fueron perdiendo con el tiempo, y es natural puesto que los adelantos tecnológicos y las nuevas materias primas que fueron saliendo, dejaron de lado muchos de aquellos “rituales” que todas las parejas que decidían contraer matrimonio, llevaban a cabo en los meses anteriores a la boda, como montar el ajuar y ponerlo a la vista en la casa de los padres o preparar la lana del colchón que iban a usar los novios.
En aquel año 1960 al que pertenece la foto que mostramos, muchas de las parejas que se casaban, tenían el “privilegio” de contar con lana para rellenar el colchón con el que comenzarían la nueva vida, ya que mucha gente todavía usaba para el relleno, las “mosas”, que eran las hojas de las panizas que se les quitaba para secarlas y que servían de descanso en la mayoría de los hogares. La lana era como el artículo de lujo de entonces y los que se casaban, comenzaban con este preciado regalo, que normalmente era la familia más cercana la que se preocupaba de todas las costumbres que este hecho conllevaba. Lo primero era adquirirla luego se “esmotaba” para quitarle todo lo que había adherida a ella, y después se pasaba a lavarla, que para ello se desplazaban un grupo de personas hasta alguna acequia de las que había en los alrededores del pueblo y con aquellas “piedras de lavar” y jabón echo a mano, dejaban el tejido totalmente blanco para secar. En la imagen vemos a María al fondo que era la que se casaba, con su madre y sus hermanas, Catalina y Juanita y sus primas Cati y Mari, “las toribias”, en la acequia de “Vallehermoso”.