Imagen destacada – Los agricultores siempre han venerado a su Patrón San Isidro
La Fiesta la celebran todos los años el 15 de mayo

El mes de mayo siempre se ha conocido como el “mes de las flores”, unas fechas en las que la floración está en su máximo nivel y hace que el campo, los árboles y las plantas vistan sus mejores colores de cara a la llegada del buen tiempo. En las últimas décadas es también un mes temido por los miles de afectados de alergias que intentan pasarlo de la mejor forma posible aunque con las consiguientes molestias. A lo largo de los 31 días que tiene, siempre llegó cargado de actividades, actos y eventos y que en esta ocasión recordaremos una de las fiestas con más arraigo en el municipio como es la celebración del Día de San Isidro Labrador, Patrón de los agricultores y ganaderos.

Es el 15 de mayo cuando se celebra todos los años la festividad de San Isidro Labrador, donde vemos que durante décadas, son numerosos los actos y actividades que estos protagonizan teniendo en la comida de socios y en la Procesión del Santo, los momentos más importantes de esta celebración. En los años 60 el Patrón era llevado a hombros en la mayoría de las ocasiones por los “Guardas Rurales” que en aquellos tiempos existían y que se dedicaban a la guardia y custodia de los campos del municipio y que vemos a su paso por las Callejuelas Altas, junto al almacén del trigo, que hace poco se demolió y ahora se encuentra la Estación de Autobuses. En aquella zona también estaba el edificio de la Hermandad de Labradores con varias aulas en las que durante un tiempo se dieron clases a los estudiantes
La comida de hermandad siempre ha sido un momento muy importante en la celebración del Patrón ya que aparte de la convivencia que había ese día, se repartían los premios a los agricultores y ganaderos que los socios habían elegido para ese año. Durante la década de los 80 y 90 muchas de estas comidas tuvieron lugar en los salones Triana de Mancha Real, donde podemos ver una imagen en la entrega del premio de agricultor del año a Francisco “Marcelino” de manos de Antonio R. Pulido y con los aplausos de todos los allí presentes.