

Solo han transcurrido dos días del regreso de los romeros del Cerro del Cabezo y la Cofradía de la Virgen de la Cabeza de Mancha Real celebraba este 1 de mayo una fiesta sucesora de la que anteriormente era llamada “de las banderas” que tenía lugar unas semanas antes de la romería.
Con este evento, tanto la Hermandad local, como el Ayuntamiento de Mancha Real, quieren recobrar la tradición que en el pasado hacían los romeros en su vuelta del cerro, unas costumbres de traer y regalar los tradicionales “pitos” y “estedales” a los vecinos que esperaban en la Lonja.

Con el acompañamiento de los cofrades, la Alcadesa Mar Dávila, el Párroco Don Mariano Cabeza, vecinos y la Tropical Banda que fue la encargada de tocar las marchas procesionales, salía el trono de la Virgen de su ermita con los vivas de sus cofrades y una demostración de habilidad con la bandera del Hermano Mayor de este año, Sebastián Espinosa, que fue muy aplaudida por todos los asistentes.
Durante su recorrido, llegaba el momento emotivo con la parada de la Virgen ante la puerta de un cofrade, Bartolomé, fallecido recientemente, que la cofradía quiso darle un sentido homenaje dando el pésame a su viuda que emocionada agradecía a todos su recuerdo.

La próxima parada de la comitiva fue en el parque que el pasado año fue bautizado con el nombre de la Virgen de la Cabeza, situado en la calle la Lonja, en la que Don Mariano Cabeza ofrecía una oración a la Virgen con todos los asistentes, pasando a repartir los “pitos” traídos del cerro a todos los asistentes que se encargaron de entregar las autoridades y cofrades. En torno a las 13 horas, la Procesión siguió su recorrido hasta llegar a la Iglesia Parroquial de San Juan Evangelista.