Sucedió hace….Aquellos antiguos calendarios que recibíamos con ilusión
Eran tiempos donde en cada casa había al menos uno

Seguro que muchos vecinos de nuestro municipio guardan aún muchos de aquellos almanaques o calendarios que los negocios y empresas locales regalaban en las fechas en las que nos encontramos, unos pequeños de bolsillo y otros los típicos que se colgaban en las paredes del domicilio para saber en el día y mes que estábamos, puesto que no habían llegado aún los dispositivos móviles que en cada momento podemos mirar.

Normalmente es en los domicilios de nuestros padres donde se pueden ver algunas de estas relíquias que gusta recordar por lo artístico de muchas de ellas y que en la actualidad son bastantes entidades y empresas las que siguen con esta antigua costumbre de regalar calendarios en los finales de año. Uno de estos almanaques para colgar de los que disponemos es del año 1968 de las aniguas gaseosas “La Revoltosa”, una bebida refrescante que no faltaba en las comidas de casa para acompañar al vino tinto. Como se ve en la publicidad, además de la gaseosa blanca, se fabricaron de sabores naranja, limón y kola, siendo los distribuidores locales de esta bebida los que repartían a sus clientes estos almanaques que en su páginas interiores en aquél año 1968 las ilustraban fotografías de los grupos musicales de moda, como los Bravos que le vemos en la foto, Los Brincos, Juan y Junior o Los Pekenikes.


Muchos de los que tenemos una edad, recordamos el almacén de abonos de Saturnino Barrio que primeramente lo tenía en la esquina de la calle La Zambra con calle Juan Castillo, para después trasladarlo a la calle Tercios Navarro 65, que actualmente se llama Callejuelas Altas. Saturnino comercializaba los productos de la renombrada marca Unión Explosivos Río Tinto y que casi todos los años, el almanaque era una lámina artística como la que vemos del año 1977 y que en el interior del faldón donde venían los meses del año, eran acompañados por fotos de los distintos productos que esta marca comercializaba. La Unión Explosivos Río Tinto fue un conglomerado empresarial español que estuvo activo entre 1970 y 1989. En su momento constituyó el principal grupo empresarial español por tamaño y activos, y llegó a controlar una red de empresas que abarcaba más de cuarenta sociedades filiales.




En el año 1983, la empresa local Jucar dedicada a las instalaciónes eléctricas de baja y alta tensión sacaba dos modelos de calendarios para sus clientes, el primero con láminas de impresionantes paisajes de diferentes lugares de Europa y otro con láminas de antiguos buques de la armada de diferentes países navegando por los mares. Esta empresa nacía en el año 1969 de la mano de Carlos Martos Navas, teniendo en aquél año 1983 sus oficinas en Mancha Real en la calle Calvo Sotelo, actual Carnicería y en Jaén en la calle Navas de Tolosa como se ve en las páginas interiores. Tres años antes, concretamente en 1980 Carlos Martos ponía en marcha otra empresa más con el nombre de Andel que se ubica en el poligono industrial de nuestro domicilio y es una de las empresas más importantes a nivel nacional dedicada a dar soluciones técnicas y constructivas al sector del transporte y la distribución de energía eléctrica.

Una fábrica se instaló en Mancha Real a finales de los 60, se trataba de muebles Mucas, una empresa que fabricaba muebles para máquinas de coser y que fueron de las primeras que se dedicaron en nuestro pueblo a hacerlo en serie. Su dueño era Antonio Jiménez más conocido como “ratón”, una persona con gran visión empresarial que contó con más de una treintena de trabajadores en su fábrica. Antonio era un gran aficionado al fútbol, de hecho compaginó durante un tiempo su trabajo en la dirección de su empresa, con la de entrenador del Imperio Azul a mediados de los 70. Al ser un gran aficionado del At. de Madrid, Antonio hizo en aquél año 1975 unos calendarios de bolsillo con una simpática foto de portada con los tres equipos más importantes de Madrid en aquellos años y donde sobresalía el de mayor estatura que era el del Atleti. En el almanaque constaba un domicilio de la capital de España por tener allí la razón social de la empresa.