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Sucedió hace….Cuando las campañas de aceituna eran de forma diferente

Todo se hacía de manera manual

La nueva campaña de aceituna de este 2021 está comenzando, con los primeros tajos que se adelantan un poco por interesar a sus dueños de alguna manera la recogida de la aceituna en diferentes lugares. En años pasados hasta que no pasaba el puente de la Inmaculada las Cooperativas no comenzaban a funcionar, incluso si nos remontamos más atrás muchas fincas no lo hacían hasta pasadas las navidades, pero como hemos dicho eran otros tiempos. En Mirando al Pasado hemos querido recordar algunas imágenes de este trabajo y ver los cambios que se han producido en la forma de recoger este “oro negro de Jaén” tan importante para todos los pueblos de la provincia.

Las mujeres se cambiaban de ropa al llegar al tajo

En la década de los 60 recordamos como la gente por las mañanas, llegaba a los “portillos” que generalmente estaban a las salidas del pueblo, lugar donde se reunían las cuadrillas para salir al tajo. El “portillo de la ermita” era de los mas conocidos y donde más cuadrillas se concentraban para salir hacia la finca a dar “el jornal”. En la foto de portada que mostramos se aprecia este lugar, con el tránsito normal de las primeras horas del día, con las bicicletas, los carros y las bestias que era lo normal de esa época, preparándose para ir a la recolección. Esta imagen se repetía en la “cruz el pulgón” en la carretera de Pegalajar o en la “esquina del convento”, otros puntos de reunión para las cuadrillas.

Cuadrilla de mujeres del pueblo recogiendo suelos

Cuando se llegaba al tajo, que el trayecto se solía hacer andando, las mujeres se cambiaban y los hombres fumaban un cigarro hasta que el “manijero” miraba que era la hora y como muestra la fotografía, se formaba un grupo de mujeres en cada oliva, que generalmente iban delante cogiendo suelos, cada una con su “cebero” gritando ¡aceite! cada vez que lo llenaban para que el encargado de vaciarlos supiese que tenía que ir. En cada oliva cambiaban el sitio las “cogeoras” para que a todas les tocase coger los graneos.

 

En la casería los Álamos
En la casería los Álamos

Esta imagen es difícil de ver en la actualidad ya que las técnicas de recogida del suelo son ahora totalmente diferentes y no serían rentables.

Los hombres por su parte también hacían grupos, generalmente de cinco para que cuatro tirasen de los picos de los lienzos y uno se quedase terminando las aceitunas sueltas que quedaban en las partes altas. Al acabar de “avarear” tres olivas más o menos, se sacaba el lienzo entre dos personas y otra, que solía ser el de la criba, les ponía las espuertas para llenar, quitando el mayor número de “cobollos” en el lienzo. La imagen nos muestra un grupo alrededor de la oliva mirando que no se quedase ningún racimo, ya que el manijero hacía volver al grupo si veía alguna aceituna en un sitio visible desde lejos. Estaban en la casería “los Álamos” de D. Serafín Aranda, y vemos a Blas (Puerta Real) muy joven junto a su hermano Juan y otros/as aceituneros.

 

Aceiteros en la criba
Aceiteros en la criba

Cuando se sacaba la aceituna de los lienzos los aceiteros, que eran los encargados de recogerlas llevaban las espuertas hacia la criba para pasar por ella y quitarle todos los “cobollos” y hojas para que en la fábrica no pusieran ningún problema al recepcionarla. En la foto vemos como al tiempo que pasan la aceituna por la criba, con una persona en la parte de arriba, y otra en la parte de abajo, los mulos estaban preparados para cargar los capachos, que servían para transportarla hasta la cooperativa, una forma llamada “acarrero” que en la mayoría de las ocasiones, se hacía uno por la mañana y otro por la tarde, llevando cada uno de los mulos de carga, tres sacos o capachos.

Cuadrilla de Moralillos
Cuadrilla de Moralillos

A la llegaba de la hora de la merienda, generalmente a la una del mediodía (muchas cuadrillas que estaban cerca del pueblo se guiaban por el silbato de la cooperativa que sonaba a esa hora), cada familia se sentaba en un sitio seco y sacaban de la capacha o de la talega la comida, que consistía la mayoría de las ocasiones en pan con bastante aceite acompañado de bacalao o algún tipo de embutido de la matanza y si hacía buen día se preparaba rápidamente una pipirrana que según contaban los mayores, era lo que más fuerza daba para echar la tarde. Después de comer tenían unos minutos de descanso que se aprovechaban para dar una cabezada o como muestra esta imagen, hacerse una foto todos juntos. En esta ocasión era tomada en la finca “Moralillos” con sus caseros Isabel y Antonio que estuvieron muchos años en este cortijo, su hija María Dolores y el resto de la cuadrilla.

Fernando "perichal" en el 59
Fernando “perichal” en el 59

Como comentábamos, en el “acarreo” de la aceituna, muchos pequeños olivareros aprovechaban el último viaje de la tarde que coincidiera con el final de la jornada, así transportaban la aceituna y las herramientas que se usaban, como lienzos y varas, pasando por la fábrica para dejar la aceituna en el “troje” y recoger el vale que al final de la recolección juntaban todos. Vemos en la foto tomada en el aljibe de la carretera de Torres, junto al surtidor, a Fernando Pulido “Perichal” que regresaba con los “capachos” de aceituna a lomos de la mula y con una de aquellas varas largas que se usaban para los copos de las olivas, un 29 de diciembre del 1959.

Las fábricas eran el último eslabón en esta cadena de la recogida de la aceituna, donde durante todo el día en campaña, eran y siguen siendo en la actualidad, un constante ir y venir con las bestias de carga en aquellos años, y posteriormente con los vehículos, donde operarios ayudaban a descargar los sacos o capachos para ponerlos en montones sobre la báscula.

 

Descarga fábrica
Descarga fábrica
Prensas fábrica
Prensas fábrica

Acto seguido eran depositados en el troje, donde se acumulaba un buen montón de aceituna como muestra la foto y allí estaba hasta su molturación en aquellas antiguas prensas como la que vemos en la imagen en las que todo el proceso se hacía con mucho personal al ser casi todo manual. Las fotos corresponden a la cooperativa Sagrado Corazón de Jesús que en los años 60 estaba situada en el solar donde se encuentra actualmente la ferretería Zafra.

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