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Sucedió hace…. Don Antonio Molina “el médico” todo una institución durante décadas

Estuvo 46 años como médico de familia en nuestro pueblo

Quizas los más jóvenes no recuerden al médico que durante 46 años ejerció en nuestro municipio, pero los que tenemos ya una cierta edad si que recordamos la figura de Antonio Molina Gómez conocido entre todos por “Don Antonio el médico”.

En el escritorio que tenía en su consulta

Gracias a los datos y fotos que nos aportó su hija Pilar Molina Oltra en las conversaciones que mantuvimos y al libro publicado por ella “La vida en dulce de la madre de Cris” que le hicimos hace unos meses un artículo y que recomendamos su lectura, y también a los recuerdos que tenemos de aquellos tiempos en los que Don Antonio siempre estaba dispuesto para atender a cualquier enfermo, sabemos un poco más de este gran médico y mejor persona que dejó una gran huella en nuestro pueblo.

 

 

En su casa con su esposa Pilar y sus hijos Ricardo y Pilar

En el año 1944 Don Antonio Molina obtuvo una plaza de médico de familia en Mancha Real siendo muy joven, llegando a nuestro pueblo solo, puesto que estaba aún soltero y su familia es de Granada, donde estudió la carrera de cirugía y medicina y fue licenciado en las dos por la Universidad de la ciudad de la Alhambra. Un año después en 1945, Don Antonio contrajo matrimonio con su esposa Pilar Oltra en la ciudad de Valencia en la que por circunstancias familiares celebraron la boda. Tuvieron tres hijos, Antonio, Ricardo y Pilar, aunque tuvieron la desgracia de que su primer hijo Antonio, falleció a los 8 meses por una enfermedad en la que nada se pudo hacer por no haber en aquellos tiempos los medicamentos adecuados.

Tenía en su consulta un equipo de Rayos X

Antonio Molina y Pilar Oltra fijaron su residencia en Mancha Real, puesto que él tenía la plaza de médico de familia y de pediatra, viviendo al comienzo en la fonda de la familia Chica, con la que tuvieron una gran amistad toda la vida, para después trasladarse hasta la que sería su vivienda durante su estancia en nuestro pueblo. Era una amplia casa en la calle La Zambra en la que Don Antonio tuvo su consulta hasta que se jubiló, teniendo en una habitación aparte, un aparato de rayos X que fue de los primeros profesionales que se hicieron con uno para dar servicio a todos los vecinos del pueblo.

Como decía al comienzo, todos los que tenemos ya una edad, recordamos ese olor característico de los medicamentos de la época que se desprendía cuando entrabas a la consulta en la que te recibía Don Antonio con su bata blanca y con aquella amabilidad que siempre tuvo hacia todos, pacientes y no pacientes. Era normal verle por la calle con su cartera donde llevaba su material quirúrgico o bien con aquél precioso Opel negro que tenía y que años después cambiaría por un Seat 1430, más moderno y seguro y que utilizaba a diario en sus desplazamientos.

Edificio del Centro de Alimentación Infantil

Como médico de familia, Don Antonio pasaba consulta en la antigua clínica situada en la calle Carnicería, a la espalda del Ayuntamiento, un recinto al que se subía a la parte de arriba por unas escaleras donde encontrabas a Bibiana Fernández que organizaba a la perfección todo lo que se hacía en el edificio. Además de las consultas en la clínica y en su domicilio particular, era Director del Centro de Alimentación Infantil, situado en la calle San Marcos, en un edificio situado más arriba del colegio Sixto Sigler llamado entonces de la Falange y donde se encuentra en la actualidad el Edificio de Usos Múltiples. Le ayudaban en esta tarea como enfermeras, Dolores la de las Medianas y Bibiana Fernández, como se ve en la foto en el año 1960. Este Centro de Alimentación Infantil desapareció como tal en el año 1970. En este centro se les hacían reconocimiento a los niños de peso y estatura y también se repartía leche en polvo que se diluía con agua, como se hacía en el recreo de los colegios locales.

 

 

En 1990 en el homenaje de jubilación en compañía de su familia

Don Antonio se jubiló a los 80 años en las consultas de su domicilio, sintiendo un gran cariño por la profesión que había elegido y que siempre ejerció como ayuda a los demás. Cuando llegó ese momento de dejarlo, un grupo de amigos quisieron darle un homenaje en el salón La Zambra como vemos en la foto en el que estuvieron su esposa Pilar y sus hijos acompañandole en este día especial para él. Nueve años después y con motivo de la Fiesta de la Hoguera de San José, la Asociación Cultural que organizaba todos los actos, le dedicaron un homenaje de reconocimiento a la trayectoria que Don Antonio tuvo en nuestro pueblo, ya en esta ocasión nos visitó sin su esposa Pilar puesto que había fallecido tiempo atrás. Estuvo viviendo en Granada hasta su fallecimiento rodeado de sus familiares y llevando una vida sencilla y tranquila.

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